Campamentos

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Esta página y los enlaces relacionados a continuación lo ayudarán a elegir el campamento adecuado para una experiencia que nutrirá su crecimiento espiritual en un ambiente propicio para aprender y practicar las leyes cristianas de sanación que Jesús reveló al mundo.

Por favor contáctenos al 855-544-HEAL en caso de necesitar ayuda después de hacer clic en los enlaces a continuación para explorar estos seis campamentos de la Ciencia Cristiana:

Los campamentos de la Ciencia Cristiana tienen gran importancia

¿Cuál es la importancia del aire libre y, aún más específicamente, la importancia de los campamentos? ¿Por qué ir a uno? ¿No hay nada más que hacer en este mundo ocupado que gastar dinero y tiempo en ir a un campamento? ¡No! Y éste es el porqué…

Los días que mis hermanos y yo pasamos en el campamento de verano de la Ciencia Cristiana formaron en gran medida quiénes somos hoy. Las experiencias que tuvimos en el campamento fueron transformadoras porque nos llevaron al ingenio, al descubrimiento, al crecimiento y al desafío, lo que finalmente nos ayudó a desarrollar confianza, valentía y un claro sentido de identidad y fortaleza espiritual.

El campamento permite a los niños desconectarse de la tecnología y conectarse con la naturaleza, con la gente y aún más importante, con Dios. ¿Sabía usted que según un estudio realizado por la Fundación de la Familia Kaiser en 2010, los jóvenes de entre 8 y 18 años pasan un promedio de 7-8 horas al día usando Smartphones, iPods, computadores portátiles, videojuegos y televisores (más de 53 horas a la semana)? La mayor parte de ese tiempo se gasta utilizando varios de estos artículos a la vez (mandando mensajes de texto mientras se escucha música de un iPod y se navega por internet), lo que significa que las horas dedicadas a los medios de entretenimiento están más cerca de 11-12 horas al día. La mayoría de los niños pueden identificar un letrero de McDonalds o Target, pero pocos pueden nombrar qué tipo de árbol se encuentra justo fuera de la puerta de su casa. Una foto de una manzana ahora nos recuerda a Steve Jobs y a los computadores Mac, en vez de a una fruta deliciosa. El hacer ejercicio se traduce en jugar tenis con la consola Wii en lugar de salir a las canchas. Hoy los jóvenes viven en un mundo virtual.  

A diferencia de lo que promueve la locura de los medios de comunicación, el campamento apoya una sensación de asombro o exploración genuinas, un desarrollo de habilidades, desafíos y triunfos. De esto proviene la confianza, la firmeza de carácter y la independencia. En el campamento, los niños aprenden a construir relaciones y cómo comunicarse cara a cara. Los campistas aprenden a pensar en los demás y no sólo en sí mismos. En un nivel aún más profundo, las alegrías, los triunfos y los desafíos a los que se enfrentan en el campamento permiten a los campistas apoyarse en Dios. Ya sea la primera vez que un campista sube a la pared de escalada, a la cima del monte Washington, o nada 2 millas hasta Harrison, la confianza en Dios está en el centro de cada actividad. Despertar a la comprensión de que la verdadera identidad de uno es espiritual, intacta y segura es un resultado directo del crecimiento espiritual que tiene lugar en el campamento.

“Se debiera dejar que los niños sigan siendo niños en sus conocimientos, y ellos debieran llegar a ser hombres y mujeres sólo a través del crecimiento de su comprensión de la naturaleza superior del hombre”. (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, p. 62)

El campamento preserva y protege la niñez que era tan querida por Jesús y la Sra. Eddy. La semejanza a un niño es la pureza inherente del hombre y la claridad de su pensamiento. Es una confianza radical en Dios. Los niños tienen curaciones rápidas porque son receptivos y llenos de confianza. Tienen un profundo sentido de la bondad en el mundo, el cual les dice que la bondad es natural y lo que se debe esperar. El campamento refuerza y ​​fortalece esto enseñando a los campistas a amar lo que es bueno, a hacer el bien y a defender el bien. Nuestro tema metafísico para este verano es de Ciencia y Salud, p. 192:

“Vuestra influencia para el bien depende del peso que echéis en el platillo correcto de la balanza. El bien que hacéis e incorporáis os da el único poder obtenible”.

El establecer la vara alta, el hacer el bien, el ser mejores, el poner lo principal en primer lugar y el aprender a ser hombres y mujeres íntegros es de lo que se trata el campamento. Debido a que Dios, el Amor, está al frente de todo lo que hacemos, los campistas responden al mundo con bondad, equilibrio, superación y curación. Lo que los campistas y el personal del campamento aprenden durante el verano se va con ellos para proteger y fortalecer sus hogares y comunidades. Cada sanación y cada logro promueven la formación del carácter. El resultado es que los campistas y el personal regresan a sus casas mentalmente, físicamente y espiritualmente más fuertes. Se desconectan de la tecnología, salen a la naturaleza, exploran y crean, se desafían a sí mismos y se convierten en pensadores. Cuando los campistas y el personal se acercan a Dios y descubren su verdadera identidad, sanan. Esa es la importancia del campamento. ¡No tiene precio!

Por Mary Villoch